El castillo de agua de Europa ataca el calentamiento global


El agua es un recurso vital para la producción agrícola y, por tanto, para nuestra seguridad alimentaria. A Suiza se la suele llamar el «castillo acuático de Europa» debido a sus grandes reservas de agua en forma de glaciares, ríos y aguas subterráneas. Sin embargo, el cambio climático está modificando las condiciones básicas y creando cada vez más problemas para este recurso.


Renate Hodel escribe sobre la estrategia hídrica de Suiza en un artículo publicado por el portal agrícola suizo LID.CH.

La agricultura depende del agua, y su uso en la agricultura es multifacético: además de regar los campos, es necesaria para abrevar a los animales, limpiar equipos y procesar productos. Al mismo tiempo, la agricultura tiene la responsabilidad de proteger la calidad del agua y garantizar el uso sostenible de los recursos.

El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo desde 1993 y tiene como objetivo llamar la atención del público sobre la importancia del agua dulce y la gestión sostenible de los recursos de agua dulce. Cada año, en este día, la ONU llama a sus estados miembros a tomar acciones concretas para aumentar la conciencia pública sobre los recursos hídricos. El tema del Día Mundial del Agua 2025 será “Salvar los glaciares”.

Según los escenarios hidrológicos Hydro-CH2018 del Centro Nacional de Servicios Climáticos (NCCS), los cambios en el balance hídrico en Suiza provocados por el clima seguirán intensificándose en el futuro. Sin protección del clima, los caudales de los ríos en verano podrían disminuir un 40 por ciento y los de invierno podrían aumentar un 30 por ciento.

Un problema especialmente grave es la pérdida de glaciares, que antes servían como importantes reservorios. A finales de siglo, el volumen de los glaciares en los Alpes podría reducirse en un 95 por ciento. Esto significa que hay menos agua de deshielo disponible durante los meses de verano, cuando la demanda de agua es mayor.

Además de la menor disponibilidad de agua, la temperatura de los cuerpos de agua está aumentando. Sin medidas de protección del clima, los ríos suizos podrían calentarse 5,5 °C más en verano. Esto tiene consecuencias de gran alcance para los ecosistemas y el uso agrícola.

El agua juega un papel central en la producción agrícola. Además del cuidado del ganado y la limpieza de los equipos agrícolas, el riego de los cultivos es un factor crítico. En Suiza, actualmente aproximadamente el 5 por ciento de las tierras agrícolas están irrigadas, un porcentaje pequeño en comparación con otros países. Sin embargo, según el informe principal del Consejo Federal «Seguridad hídrica y gestión de los recursos hídricos», cada año se utilizan 140 millones de metros cúbicos de agua para riego, principalmente en cultivos de hortalizas y frutas. En años secos es probable que este valor sea significativamente mayor.

A pesar de las relativamente altas precipitaciones que hay en Suiza, el riego se hace cada vez más necesario en algunas regiones, pero esto también aumenta la presión sobre los recursos hídricos. El agua se está convirtiendo en un recurso cada vez más escaso, sobre todo en regiones donde las precipitaciones ya son escasas, como el valle del Ródano o algunas zonas del Tesino. Mientras que en las estribaciones alpinas, en la vertiente sur de los Alpes y en el Jura caen hasta 2.000 milímetros de precipitaciones al año, en otras zonas esta cifra es de tan sólo 550-700 milímetros. Según los escenarios hidrológicos NCCS Hydro-CH2018, el Valais, el Tesino y, en particular, algunas zonas de la meseta suiza podrían enfrentarse a una creciente escasez de agua en verano.

Estrategias de adaptación al cambio climático en Suiza

Por ello, la agricultura se ve cada vez más obligada a adaptarse a nuevas condiciones climáticas. Esto incluye varias estrategias:

  1. Métodos de riego eficientes: El riego por goteo o las tecnologías de sensores modernos ayudan a controlar y minimizar el consumo de agua.
  2. Variedades tolerantes a la sequía: seleccionar y cultivar plantas robustas puede reducir las pérdidas durante los períodos secos.
  3. Almacenamiento de agua y recolección de agua de lluvia: la creación de estanques o reservorios puede mejorar el suministro de agua durante los períodos secos.
  4. Manejo del suelo: Los suelos ricos en humus retienen más agua y ayudan a reducir el estrés por sequía.
  5. Planes de gestión del agua coordinados a nivel regional: según el informe del Consejo Federal Suizo sobre seguridad hídrica, solo alrededor de la mitad de los cantones cuentan actualmente con un sistema de gestión del agua, pero en el futuro será necesaria una planificación hídrica coordinada entre la agricultura, la industria y el suministro de agua potable.

Además de la cantidad de agua, la calidad de los recursos hídricos juega un papel decisivo. Una parte importante del agua potable de Suiza proviene de las precipitaciones que caen sobre tierras agrícolas y se filtran en las aguas subterráneas. El suelo actúa como un filtro natural, atrapando los contaminantes.

Sin embargo, a pesar de las buenas prácticas agrícolas, los nutrientes y los pesticidas pueden filtrarse a los cuerpos de agua. De particular preocupación son las emisiones de nitratos y fósforo procedentes de residuos de fertilizantes y pesticidas. Para mantener esto al mínimo, existen requisitos legales estrictos:

  1. Los programas de monitoreo como NAQUA (monitoreo de aguas subterráneas) y NAWA (monitoreo de aguas superficiales) analizan continuamente la contaminación.
  2. Certificado de desempeño ecológico (ÖLN): Los agricultores deben cumplir ciertos requisitos para reducir su impacto negativo sobre el medio ambiente.
  3. Proyectos de protección del agua: La Oficina Federal de Agricultura apoya los programas cantonales para reducir las emisiones de sustancias no deseadas.

Otro problema creciente es el aumento de la temperatura del agua. Las temperaturas más altas provocan deficiencia de oxígeno, lo que afecta al ecosistema y la calidad del agua.

En su informe sobre la seguridad hídrica, el Consejo Federal destaca la importancia de la gestión integrada de los recursos hídricos. Esto incluye:

  1. Proyectos regionales de almacenamiento de agua: Se están considerando opciones de almacenamiento adicionales, particularmente en la meseta central.
  2. Endurecimiento de las normas de extracción de agua: la extracción de agua de los ríos debería ser limitada, especialmente durante los períodos secos.
  3. Inversiones en infraestructura de riego: cuando la agricultura climáticamente inteligente es insuficiente, se necesitan inversiones específicas.

Aunque Suiza sigue estando relativamente bien abastecida de agua, la llamada huella hídrica desempeña un papel cada vez más importante. Este indicador mide el consumo de agua en Suiza, teniendo en cuenta la escasez en los países productores.

Una parte importante del consumo de agua no se produce en Suiza, sino en otros países de los que se importan alimentos. Se ven especialmente afectados: el algodón, por ejemplo para la industria textil, las frutas y verduras como las almendras, las naranjas o los aguacates, así como los cereales y el vino. Muchos de estos productos proceden de regiones con escasez crónica de agua, lo que genera problemas ambientales y conflictos por el uso del agua. Así, el consumo consciente puede ayudar a reducir la escasez mundial de agua.

Garantizar el suministro de agua sostenible es uno de los desafíos más importantes del futuro. Suiza no sólo debe proteger sus recursos hídricos, sino también asumir la responsabilidad del consumo mundial de agua.

¿Qué puede hacer la agricultura?

  • Utilice sistemas de riego eficientes y métodos de cultivo que ahorren agua.
  • Implementar consistentemente medidas de protección del agua
  • Desarrollar activamente planes regionales de gestión del agua
  • Dar preferencia a los cultivos adecuados para una zona determinada

¿Qué puede hacer la sociedad?

  • Compre conscientemente y elija productos regionales y de temporada.
  • Evitar el desperdicio de alimentos
  • Apoyar los estándares de producción sostenible

El agua sigue siendo uno de los principales problemas en la agricultura. El cambio climático está alterando los patrones de precipitaciones y planteando nuevas exigencias a la gestión. 

La agricultura puede hacer una contribución importante mediante sistemas de riego innovadores, métodos de cultivo adaptados al lugar y un uso sostenible de los recursos hídricos. Al mismo tiempo, todos podemos contribuir a proteger este valioso recurso mediante el consumo consciente y la reducción del desperdicio de alimentos.

Fuente: www.lid.ch. Autor: Renate Hodel.